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Si realmente los hombres...


Si realmente los hombres supieran de lo que hablamos las mujeres, morirían de risa como nosotras.


No voy a decir nombres pero quien me conoce sabrá de quién hablo.


Un día cualquiera, podría ser un martes por decirlo así.


-Acompáñame por un ventilador que muero de calor— me dijo ella.

Las dos entramos a Home Depot, perfectamente maquilladas, peinadas, con bolsa en mano, monísimas.

No importa qué tipo de tienda sea a mí me llama la atención todo, y como bien dice mi madre, “Tú le rindes homenaje a cada pasillo de cualquier tienda”.


Total, nos ponemos a ver todos los ventiladores, -¿te late este?- me dice ella.

-Sí, va, ese está bien— le dije yo.

-Acompáñame por unos clavos que se me cayó la cuerda del espejo que puse, como dijo Yuya. — ella me dijo.


Yuya se refiere a la que dice hola guapuritas en youtube, es la onda, pero que se fume un puro para que le cambie la voz.

Pues ahí vamos las dos al pasillo de clavos, cargando el ventilador como el Pipila.


Estos clavos están bien, ¡señoritaaaaaaa! necesito 15 con taquetes.

-¿Taquetes? — Le pregunté

- Si también tengo taladro necesito los taquetes. — me dijo ella

- Oye vamos al súper porque hay que hacerle un flan a un amigo que le encantan los flanes y es lo máximo y ya es nuestro abogado de cabecera y vecino por cierto. —le dije.


Llegamos al súper buscando todo, en eso ella dice - ¡En este súper no hay nada!

En verdad no hay como el súper al que uno va siempre y sabe donde rabos están todas las cosas por pasillo.

Una arrea a la otra, es decir a mí que todo me llama la atención y quiero ver, en eso a mi se me antojó un tamarindo,


- Ve, no hay ni dulces chidos aquí en este súper — me dice desesperada.


Pues ya nos vamos las dos a pagar.


- Wey apúrale que tenemos cita en el juzgado y quedó el abogado de llegar a las 12:00 de la tarde —le dije apurada.


Una maneja y otra atiende el teléfono, llamadas y mensajes.

Llegamos sin antes contactar al “Chicles”, así le vamos a poner a este individuo que además de guapo es talentoso, obvio, estábamos más al pendiente del mensaje del chicles que del abogado.

Hacía un calor y la vieja que tenía que llegar no llega,

En eso me dice ella - Sabes qué, deja le marco a esta vieja ¿Oye y si saco el ventilador que traigo en la cajuela?

- No inventes — Le dije.


Total, llegó el abogado.

- Oye esta monísimo — le dije a ella

- No inventes, dos salbutes más y revienta — me dice ella burlándose.

- Cállate está lindo, yo si le entraba — le contesté.

Todo esto mientras corría el trámite en la oficina de gobierno con el abogado bodoque a lo lejos.

- Espérenme aquí, ahora les llamo –Decía el bodoque – así lo bauticé.

Yo por dentro decía te espero toda la vida entera, pero el pobre sudaba y sudaba por todas partes.


En eso a ella se le ocurre decir - A que no te recargas en su axila sudada jajaja… Si fuera abogada y tuviera que venir todo los días traería flats.

- Si pobres parecen pollos espinados caminando — Yo le contesté.


Bueno, escoge a quien te dabas… — Yo la reté

Ella empezó a escanear a todos en la una oficina de gobierno, uno más feo que otro y así, risa y risa las dos.


- ¿Oye y si nos cobra mucho el chicles? —Ella preguntó

- Ni modo le pagas tú — Yo le contesté, no voy a decir la majadería que dije de que manera le iba a pagar, tampoco diré los gestos de bulto que hizo la otra se los dejo a la imaginación.


Total entre que al bodoque se le perdieron los papeles, salimos de la oficina de gobierno y nos dirigimos al banco, corte A, ya eran las tres de la tarde.


Llegamos y tengo un hambre de lobo, si de lobo de esa que te quieres comer a los tres cerditos.


- ¡Que calor! — Grita ella mientras se va a cambiar de ropa y queda fresquita para cocinar, yo saqué mi lata de atún, elotes, aguacate etc.. Delicioso.

Mientas que la escucho decir -Voy hacer el flan, pon atención para que me lo prepares un día — si claro, contesté mientras seguía haciendo mi ensalada.


Total, veo que vacía leche a ojo de buen cubero.


- ¿A ver, que lleva dos tipos de leches y 4 huevos —Le pregunté

- No 5 huevos —Me dijo.


Total empieza a prender el horno y 2 hornillas, para qué, quien sabe.

- Wey ya me equivoque y no hay azúcar —me dijo.

- Vamos al súper — le dije

- Nooooooo, con miel de abeja— contestó gritando.

Mientras le vierte un chorro de miel al molde del flan.

- Wey, era a baño maría— me dice preocupada.

- ¿Qué le falta para que se convierta en pay de queso? —le pregunté

- ¡Falta queso philadelphia y no tengo! —me contesta preocupada y desesperada.


En eso toma la decisión administrativa de meterlo al horno diciendo — Trae huevos se tiene que hornear, esto será un

“Pay – Flan”. —Dijo ella.


- ¿Comemos? — le dije.

Yo creo que lo que triamos era hambre.

- ¿Oye armamos el ventilador? - le dije.

En eso nos pusimos a armar el ventilador, A con A, B con B, todo bien

- Mira, sobró un tornillo — le contesté

- No puede sobrar ningún tornillo — me dice con desarmador en mano.

- Bueno ya prende el ventilador— le dije.

¡Tras! rebotan las aspas,


- Si le falta el tornillo ahí— me grita

Le pusimos el tornillo y lo volvimos a encender ¡Todo un éxito, como turbina de avión! Volaba todo hasta el centro de mesa, nosotras en Paulina Rubio, con ventilador en cabello, también nos sentamos a trabajar pero con estilo.


Todo esto va pasando mientras el “Pay - flan” se horneaba, yo contestaba llamadas, mensajes y trabajaba-


- Ya está el Pay-flan, está delicioso — me dice

En eso una tormenta se avecina por la ventana, salimos y veíamos como llegaba la lluvia y se movían las palmeras.


- Voy a bajar las anticiclónicas — Me dice espantada.

- ¿Oye ya te habló aquel? — Me pregunta y yo le contestó

- Ayer me escribió pero ya me mando a friendzone —Le dije

- Ese nada más te quiere coshar —Me contesta ella



Recopilando la información del día y ver que seguimos inventando, las mujeres no sólo hablamos de cómo esta caro el kilo de aguacate, de las depilaciones, de las dietas, también hablamos como maestros de obra, nos reímos, lloramos, sudamos, nos enojamos, nos tomamos selfies, lidiamos con nuestras familias, mandamos snapchats a los cuates, trabajamos, cocinamos y ¡todo esto con una actitud muy MARKETINA!

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