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Gran Premio de México 2016


Corro, todo de pronto urge, la cita, la entrevista, el viaje, el calendario, el presupuesto, el blog! y además se junta el lavado con el planchado.


Organizar algo tiene su chiste, la producción, la locación, los involucrados, en fin, desde la comida familiar del domingo en casa de la abuela para ver quien lleva qué, hasta la segunda edición de la tercera temporada de la Formula 1 en nuestro país.


Sí, se avecina el 28, 29 y 30 de octubre el magno evento para los amantes del deporte motor. Viene de nueva cuenta el Gran Circo como se le ha llamado a la máxima categoría del automovilismo. ¿Será Gran Circo por las toneladas y toneladas de equipo que viajan de país a país? Hablamos que para tierra Azteca llegan más de 100 contenedores por mar y 6 de esos aviones grandotes repletos con todo para la Fiesta; así como mi camioneta cuando paso al súper antes de ir a casa de la abuela.


Todo viene ahí empacadito, desde el cubierto y copa champagnera para el exclusivo asistente al Paddock Club, hasta el casco y amuleto de los pilotos que protagonizan el evento. Sí, hay quienes ponen fotos de algún ícono religioso o bien de su mascota o su musa dentro del monoplaza. Yo tenía mi musa de adolescente, mi poster de Farrah Fawcett en traje de baño montada en una bicicleta. Angelito mío.


Ahora podemos llamar la tercera temporada de la Formula 1 en México. La primera se dio en los 60´s, para ser exactos de 1962 a 1970, donde nuestro templo de la velocidad, conocido en aquel entonces como “Autódromo de la Magdalena Mixhuca”, lucia desértico a las orillas de la ahora complicada CDMX. Lo único que habitaba por aquellos días eran los perritos callejeros con pancita de can de tres Marías.

Y ahí arranca la Historia, como la de los abuelos allá en San Luis Potosí. Aún recuerdo la anécdota de mi madre (la abuela qepd) que arrollo al más puro estilo del piloto venezolano Pastor Maldonado, el puesto de frutas en la escalinata del cine en la Alameda Potosina. Ja, nunca aprendió a manejar…. (me refiero a la Abuela).


¿En qué estaba?... ah sí en que en la primer temporada los protagonistas obviamente eran los icónicos Clark, no Kent sino Jim, Surtees, Gurney, Steewart y Hulme entre muchos, muchos, muchos gloriosos amos del asfalto. Punto y aparte.

Y escribo aparte ya que así lo merece el quien hubiera sido nuestro Senna, nuestro Shumacher, nuestro Sensei… Ricardo Rodríguez de la Vega, aquel piloto mexicano que aun sin haber cumplido la mayoría de edad estaba en boca de la prensa y el mundo motor internacional. Campeón en bicis, campeón en motos, quienes lo conocieron dicen que era un “iluminado” de lo que tuviera ruedas. Pero desgraciadamente fallece aquel 1 de noviembre de 1962 en la icónica “curva peraltada” y el caprichoso destino nos corta lo que pudo haber sido mmmm, ¿que pudo haber sido Ricardo?!!!; ustedes imagínenlo.


Yo al igual que él desde chiquito era un “iluminado”, me encantaba colorear, hasta le pintaba bigotes a todos los próceres de la patria en mis libros de la SEP. Lo cierto es que yo no termine en la curva peraltada, pero si en el árbol del camellón frente a casa de la abuela con mi moto pony. Pum! Zaz! Ouch!.

Pero Ricardo tenía un Hermano, Pedro, dos años mayor, lo recordarán como uno de los pilotos más intrépidos en la lluvia y en la noche, no en balde le llamaban “Ojos de Gato”. Pedro sí participo en más de 50 carreras de Formula 1 y además en categorías de resistencia, como la tradicional 24 horas de LeMans. Solo que Pedro, al igual que Ricardo vio truncada su carrera en un accidente. Ellos, los Rodríguez, fueron el parteaguas de la historia del automovilismo deportivo mexicano, al igual que Coco y Julietita mis hermanas mayores que abrieron el score para 8 hijos. Me queda claro eso de que “no había tele” NO es un mito.

Pero regresemos a la competencia, grandes momentos se vivieron en los 60´s hasta que en 1970, una multitud, sí, multitud, brincó a la pista y se organizó el caos total, la remamaramba como dijera uno de esos ocurrentes comentaristas futboleros. Hablando de futbol, me acordé del Pichojos Pérez. Bueno, el tema es que después del zafarrancho que se armó, las autoridades de la máxima categoría decidieron suspender la F1 en México, en nuestro México lindo y querido.


No fue sino hasta 1986, ya estaba todo el clan Velázquez crecidito, que regresó el rugir de los motores al Autódromo Hermanos Rodríguez. Eran otros tiempos ya, eran los de Berger, Mansell, Prost y Senna, esas rivalidades durísimas que se arreglaban en la pista y no en las redes sociales, épocas donde no había divas, solo guerreros, donde las novias y esposas de los pilotos hacían picnic y les preparaban las viandas a los gladiadores. Ahí las mentadas, repito, se solucionaban a puro producto de gallina, así como esos bien azules de las gallinas de Toño, amigo de mi amiga Lorena.

Buena época, yo era voluntario de la tribuna 23 y por ahí tengo mis fotitos con algunas leyendas, obvio, sin canas y algunos kilos menos.

Pero el chiste duró poco, en 1992, después de las queja del estado de la pista, de las machincuepas de Senna en la que se había convertido “peligrosa curva peraltada”, bumps en las “eses”, osea brincos en las curvas conocidas como eses y a nuestro eterno enemigo silencioso del cielo, la contaminación, nos bajaron la cortina de nuevo y tan tan. Eso es to, eso es to, eso es tooodo amigos!

23 años de ayuno tuvieron que pasar para que las condiciones se dirán nuevamente para el regreso de la Formula 1 en nuestro país. Un promotor aguerrido y especialista en entretenimiento, 15 meses de reconstrucción intensiva de la pista, un Gobierno Federal convencido en la exposición mediática mundial que se tiene en 118 países es donde se ve la F1 y un gobierno de la ciudad que apoyo en todo para ser el anfitrión de lo que nombraron los de la FIA y Fom (Federación Internacional de Automovilismo y Formula One Management) el “Mejor Evento del Año” a gueeeevooo!

Más de 330 mil asistentes (record) gritaron sin parar desde el primer día de prácticas día viernes. Yo estaba chambeando en el Media Center, mi sede, y de pronto se escuchó un rugido… Recuerdo a varios de la prensa internacional que dijeron “un accidente”!!!! “qué fue eso”?????... “está Temblando”????... nooo era el tapatío Checo Pérez, a bordo de su VJM08 que entraba por vez primera al nuevo trazo del Foro Sol… Aaaaghhhhh Checo!!! Checo!!! Checo!!!,… Me caí que como México no hay 2.

Un podio espectacular el que tuvieron Nico, Lewis y Valteri, (soy fan de Bottas, así como del Pichojos), ante más de 35 mil personas, (récord) de nuevo.

Y entonces todos nos felicitábamos. Niki Lauda decía que nunca había visto un ambiente así en toda su carrera, Nico Rosberg decía “El mejor podio de mi vida, me siento Rock Star”, Daniel Ricciardo feliz con su bigote postizo y sombrero, empresarios fascinados, socialité rayada, aficionados eufóricos, Mr “E”osea Bernie Ecclestone, mandamás de los derechos de la F1 citaba “Tendrían que ver los promotores de otros países como se hace una carrera”; en fin, realmente fue un súper evento. Así como esas reuniones domingueras con la abuela que tanto añoro, cuando le cuchareaba para hacerle algo rico de comer.

Esperamos este octubre para repetir la dosis. Por cierto, el 13 de ese mes, es mi cumple.

Vamos Checo! Vamos Esteban! Vamos México!… Vamos Pichojos!


Autor:

Marketina's Partner in Crime Francisco Xavier Velázquez Córdova

Gerente de Relaciones Públicas F1

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